Los incontables Buddhas de los tres tiempos y las diez direcciones estan continuamente bendiciendo nuestro continuo mental. ¿Cómo es que no percibimos estas bendiciones?
 

La respuesta simple es que sí las percibimos, incluso podríamos decir que los breves momentos de calma y felicidad de los que disfrutamos se deben a las bendiciones de los Buddhas. A diferencia del Dios Judeo-Cristiano, Buddha no pide nada, no tranza con el humano, ni hace alianzas, no impone mandamientos ni tampoco castigos, por ello incluso los seres perversos que blasfeman contra Buddha reciben sus bendiciones.

 

Por lo tanto: Nuestra práctica no se realiza con la finalidad de agradar a Buddha, sino para capacitarnos para recibir mejor sus bendiciones y fructificar.

 

El Dharma enseña que es muy raro conseguir este precioso renacimiento humano, y tiene sentido, siendo la especie dominante del planeta comparado con el número de otros seres vivientes como insectos, plantas y animales, nuestro número es sumamente pequeño.

 

Despues se dice que tener nacimiento humano en una época donde un Buddha ha vivido y ha dado enseñanzas es muy raro y afortunado en verdad. Piensalo, ¿Qué posibilidades tiene una persona común de alcanzar la iluminación, por sí mismo, sin las valiosas enseñanzas de un Buddha? Un Buddha no necesita enseñar, y a decir verdad no todos los Buddhas enseñan, así que vivir en un tiempo donde las enseñanzas de un Buddha existan es muy afortunado.

 

Despues se dice, que el tener la posibilidad de escuchar las enseñanzas de Buddha es incluso más raro y afortunado. Porque aunque el Buddha vivió hace más de 2500 años, hoy en día hay millones de personas en el mundo que no tienen acceso a las enseñanzas de Buddha, nosotros los que tenemos esta bendición deberíamos pensar en lo afortunados que somos, frecuentemente.

 

Finalmente se enseña que disponer de tiempo y espacio para practicar estas enseñanzas es lo más raro entre lo raro. Y mira que es tan cierto, ¿cuantos oyen estas enseñanzas y no disponen ni de diez minutos de su vida para la práctica de las enseñanzas de Buddha?.

 

Pasan su vida entera huyendo del sufrimiento mediante la distracción, la construcción de la identidad y los actos destructivos, en lugar de dedicar un tiempo para cortar el sufrimiento de raíz, probar la liberación y luego florecer.

 

Nunca dije que la liberación sería fácil, sólo dije que era posible, y lo sostengo.

 

Ojalá al menos alguno de entre ustedes llegue a estar entre lo más raro entre lo raro.

 

Khail